El silencio no lo mato, lo apago
No la envida, menos la ambición
Morbosa lectura sin locución
No fueron ni suspiro, ni artificios, ni aflicción
El hollín detrás del murmurar
Muerte bien seca y el despertar
El nudo gris por desempatar
Y todo lo que lógicamente lograra soportar
Cardinalidad y elipticidad se funde en el ápice monumental
No es el grito de la vida, es lo sublime y lo eterno que por
siempre vivirá
En lo expansivo de la entelequia símbolo y mundanidad
La inflexión o parresía, decibilidad al otorgar la
oportunidad de volver a reinterpretar
El silencio nunca esclaviza la realidad
Lo cínicos no se nutren de una única verdad
Lo etéreo de la vida se define al tener que cambiar
La armonía, utopía que llenó los deseos de querer compaginar
No es lo desecho, o la lucha, o el ritmo primordial
La cordura sublime en la virtud que se vuelve cualidad
No la epifanía rota hecha de sulfurar
Lo roto y lo incompleto que se acumula en nuestros penares y el reflejo de lo real
TE AMOR PARA SIEMPRE ETERNA PERO ME HE APAGADO EN REALIDAD.
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