Cacofonías Encontradas

Mis Tónicos En La Serie Armónica
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lunes, 8 de junio de 2020

Esféricos Llantos

 



Melancolía ilustre e ilustrada.

No consagrada más bien velada.

Del regocijo que siempre escapa.

 Y de las mentiras en el tiempo.

Y el brutal embrollo entre almohadas.

Fiel y fanática araña.

El mundo que siempre exhala.

Y la conjugación que rebalsa la cruel tentación.

Por dominar y corromper y también solamente adolecer.

Entre las tachas que definen el pasado.

Y todo eso que sigue cuestionando.

No es el secretismo que no escapa.

Es la vanidad que se aleja de la mirada.

Como el cariño inútil y cruel.

Y todo el vomito que regresa de las almohadas.

Esférica y retrograda compasión programada.

Por los que velan en su morada.


jueves, 5 de abril de 2018

Sobre la alegría y felicidad

Muchos dicen que son sinónimos pero la diferencia esta en la plenitud y la profundidad.  Las formas las limitan y se mezclan con la fe y la esperanza. Podrían ser el motor de la vida si nos despojamos de la apariencias y nos entregamos a la paz del entendimiento y a la transmutación del amor. 
De la alegría interna, a la espontánea felicidad. 

Sin entregar nunca nuestra esencia y las sustancias con las que creemos crear. 

Eternas jugarretas para la belleza singular.  

Combinando el éter idílico que alimenta a los númenes y lo imposible de replicar. 

Guardando así la entelequia de la belleza que eclipsa toda finalidad. 

El horror del ego descomunal. 





lunes, 22 de febrero de 2016

Toroide Negativo. (Amnésico y Comatoso)

No sé si debería volver a intentar, porque en el frío en donde te escondes, detrás de mí desconsuelo y desesperación, se entremezcla la frivolidad y la rutina. 

De pensar en ti ya es un vicio y solo me hace sublimarme hasta la mera existencia, ya sin alma y sin sueño, digno de la distopía más decadente. 

Mis respuestas al mundo y la mundanidad de mis actos no solo me encuadran en aquello que tan bien criticaste y que me aterraba convertirme. 

Mi cerebro es como un huésped y no una maquina creativa dispuesta a reconstruir el mundo; con lo que tiene disponible, sin ti todo se siente vacío. 

Y es en ese escenario en el que te veo partir sin siquiera haber llegado nunca, destruyendo parte de mi mundo y ocupándome en barreras infranqueables propias de una odisea que no me lleva a casa sino a lugares discontinuos de la razón y el tiempo. 

Como un remolino que succiona mi esencia y acaba con mis esperanzas.