... Q onda pow, molestando que quería una playera nacional. Usted cómo va?
clica aki
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La ánafora, amopola o golondrina
Del viento y el sumo sin ciña
Cuña de piedra
...megalomanía...
Viruta prensada,
La pica y la lona.
La labia y la prosa,
Difunden difícilmente
El aura y la goma.
Sanguaza y epítetos
Del jarrocho,
Callar esos celos necios.
Sostenido y bemol.
Inventos del pueblo
Poetas del sobaco
Pupilo y león
El triste día de la virgen
El suspiro perdido en la impresión
Sus tormentos no eran las mujeres, ni el alcohol
La estocada perfecta
Telúrica acción
El brillo en los ojos
Máscara o cajón
Vidente del futuro, amar hasta el descolor
Para el poeta que ha muerto
No sin, sin sabor
para: Chente
Interpretación, al obviar lo dulce y aliviar el olvido
Recuerdo de una imagen imán de lo palpable y lo final
Al encontrar en los lugares siempre retorcidos
Cumbre o estrella fugaz
No teniendo un entendimiento frío
Chispa del azar
Llévate lo efímero
Cuidando todo con virtuosidad
No en la vanidad de las cualidades, lo eterio y el doble sentido
Cree en ti mismo y cuida tu propio destino
No crees laberintos infinitos
Recapitulando al volver a empezar siempre la forma y el sentido
Difuminadas todas las esquinas y las espinas
Mi deuda devota y el cronograma aplazado
Pero que nunca te digan porqué solo a ti no te lo
advertí llorando
Señoritita de las preguntas estiradas y sin remordimientos.
No teniendo recuerdos del adormecimiento ajeno
Los dos podemos ver al otro idealizado pero me
pregunto sí puedes ver nuestras esencias y cómo se fueron difuminando
¿Desde pequeños venimos a amar sin dudar de nada? ¿Por
qué entonces esperas en el sentido común de la tribu o de las masas?
Sí eres erótica, liviana y sublime ¿Por qué esperabas
que en la lejanía te encontrara?
Yo soy el movimiento a través de tus caminos, me gusta
pensar que solo yo estoy contigo
Te daría todo el amor hasta naufragar en los recuerdo
y más que nada en tus encantos un poco perversos y siniestros
Pero recuerda que el tiempo es cómo una mirada fija
que solo pretende olvidar de lo estipulado
Tensiones blancas ¿Protestas indispuestas u olvidadas?
Del maestro recuerda que simplemente nada desaparece
solo todo se convierte en un estoico pensamiento que con el infinito entreteje
No hay nada como una distancia superada y una cicatriz ya curada...
Del máximo solipsismo inmaterial y el de las sustancias...
Es solo el despertar del ser y la luz eterna del alma
Que se refleja en el mundo sin
tener que ocupar a ningún imbécil sin vergüenzas porqué la pasión en ella
misma se engendra y encarna,
Me haces celebrar que te amo sin que seas una pérfida o el olvido de una ingenua inocencia, princesa sirena.
Eres el cielo que cubre todo el firmamento,
Y la misericordia infinita en los laberintos olvidados, hasta encontrar de nuevo la pasión y huir entre volteretas y saltos
Playas grises y eternas
preguntan siempre por mis amnésicos llantos.
Postrados ante la dialéctica de los contrarios.
Solutos, bailes, sonrisas y cantos.
Paliativos para los sobresaltos.
Y lo inconexo que infla tanto.
Herramientas y objetos llenos de entropía.
Todos los restos reencontrados en la orilla.
Armonía u oraciones y mantras milenarios.
Dialogo de las raíces y la mitología encubando.
Lógica química en la retromanía.
Desarmando la criptica quimera.
Reverberación y purificación en la corrección empírica.
Escueta morfologías retorcidas.
Póstumas visiones del halcón sin temores.
Lo imposible ya sin llanto, descansando, resguardando.
El vértigo en la mañana tratando de encausar lo amortiguado.
Rescatando de la reverberación el sereno que une todo con tacto.
Calló la mirada para poder volver a escuchar sin murmuración, sin perniciosos encantos y livianos nudos que revelan el miedo de tanto.
El delirio excéntrico y la locura para confabular con los vicios de la realidad contractual, que gira violentamente sin parar. Logrando rebalsar el firmamento en la conjugación del las sustancias, lo sagrado, el tiempo y lo liminal.
Energía regada sobre todo el firmamento, lo escondido en la mar y el viento. Mezcla de todos los colores y sentimientos.
Brillo y deformación del axioma final.
Sorprendentes espectros de las cacofonías rotas y pobres por encontrar.
Mapa de significados con finalidad, eficiencia, materialidad y formalidad.
Recorrer desde el nacimiento hasta la muerte sin sentir angustia, desconsuelo o mundanidad.
Ser el paradigma, lo trascendental.
No fue la vanidad del momento.
Ni encontrar mis reflejos perdidos en el tiempo.
El orgullo que es la inercia del coraje y la valentía de los sentimiento.
Perdiendo todo lo que había construido por la infamia del engaño que se mezcla con el sereno.
Y también por el odio infinito de los celos.
Que cortan todas mis ideas en pequeños e inútiles sentimientos.
Soportando a los que viven ahogados en sus propios delirios y venenos.
Para intentar hacer nuestro amor eterno.
Y abandonar el apego que asfixia reclamando con engaños al tiempo eterno.
Lo que se une en la circulación del viento.
De los ciclos que nos confirma que el cambio es eterno.
Mosaicos de la existencia y el ingenio.
Los sueños que ligan los sentimientos. Ideas que crecen con el tiempo.
Diluyendo lo efímero en los celos. Y el nihilismo de vivir detrás de las visione y los vanos deseos.
Elevándonos a todos a la misma altura.
Y disectando el cáncer que crecía de la locura del infierno.
Visión que no tiene mesura. Y la voluntad luchando siempre con cordura.
Por qué hay quiénes se apoderan de lo ajeno.
Hasta que el tiempo les demuestra la impermanencia de afirmarse solo con el ego.
Afecciones cuestionables de las mitomanías eternas e indomables.
Por el suspiro que calma a las muchedumbres. Desmintiendo a los que corrompiendo hasta los secretos intentando encontrar siempre lumbre.
Que brillen quiénes vivan sin amarguras. Y que lloren quiénes corrompen todo por no guardarse. Ya que la vanidad se esconde entre los chismes que rebuznan las muchedumbres y el defecto de creer siempre en la sabiduría de la tribu. O peor en el secreto de quién se esconde.
Tuertas muchedumbres cegadas por el mal del la ignorancia y la melancolía de la vanidad que mató a Narciso. Se preguntan por el orgullo y después increpan al remedio o al olvido. Por eso la vida siempre demuestra que es más que un suspiro infinito.
Melancolía ilustre e ilustrada.
No consagrada más bien velada.
Del regocijo que siempre escapa.
Y de las mentiras en
el tiempo.
Y el brutal embrollo entre almohadas.
Fiel y fanática araña.
El mundo que siempre exhala.
Y la conjugación que rebalsa la cruel tentación.
Por dominar y corromper y también solamente adolecer.
Entre las tachas que definen el pasado.
Y todo eso que sigue cuestionando.
No es el secretismo que no escapa.
Es la vanidad que se aleja de la mirada.
Como el cariño inútil y cruel.
Y todo el vomito que regresa de las almohadas.
Esférica y retrograda compasión programada.
Por los que velan en su morada.