Cacofonías Encontradas

Mis Tónicos En La Serie Armónica

viernes, 21 de octubre de 2016

Las revoluciones; de las ondas, las distancias, las amplitudes y los nudos

Para las cosas sencillas que no resuelven nada; pero que giran hasta perder la tangente y que nos evaporan en luz fría. 

Por el cumulo de las paradas que han hecho de ti una intriga o más bien una recta sin fin, la cual se nutre de nuestra esencia por la claridad. 

Tanto así que el resplandor de la luz que hasta ahora nos ha dado la vida; y el camino de plumas.

 Nuestras mentes mueren de fiebre mental, delirando exhaustos, tostados y atolondrados por tu paradojas, viejas, bobas y amargadas del color del astro rojo más antrópico de la hora. 

Nos has hecho incapaces de creer que existen varías realidades; y que van superando nuestros planos existenciales. 

Todo eso por qué lo irreplicable lo negamos. Falsos poseedores de las llaves del infinito. Cuando el tiempo y el espacio conjuran una revolución que le rehuyen a los dos puntos; que creemos poder localizar en simetría permanente; enfocamos la cordura entre las cuerdas y los resortes que giran sobre las verdades y superan nuestras propias amplitudes en forma de ser, estar, pensar y existir. 

No es una linea, no un punto, más bien un nudo creciente.   

   

jueves, 31 de marzo de 2016

Fractales Asesinos

No creía que era de tontos creer sin ver; pero tampoco me convenció demasiado la idea de que los cánones propios de la sabiduría doctrinaria fueran fuentes eternas de conocimiento; eran para mi confusos y contradictorios por su aura casi mística y de naturaleza eterna. 

Tampoco pensaba que la tristeza fuera fuente de alegría eterna. Las continuas disrupciones entre a y b son solo parte del juego emocional que forma lo que nos hace humanos, contradicciones incompletas. Esos errores que son o se asemejan a complejas moralejas. 

Imposibles de asimilar por lo extraño que resultan ser; casi las traumáticas, entrañables e indispensables lecciones para quienes ya las han comprendido. 

Que funcionan como condicionantes automáticos, reflejos emocionales que van haciendo surcos en el recorrido espiritual de todos los humanos. 

Nos elevan y rebajan a la altura de todos los seres y al mismo tiempo nos distinguen. Como un aventurero cansado de estar en mismo lugar; es la forma en que mediamos el paso de un estado a otro. 

En donde volvemos a creen sin ver, como lo que pasa con todas las ideas que podemos desarrollar desde el génesis de las sombras y el aprendizaje; hasta el santo bergas que uno se da en una bicicleta. Eres algo  que realmente nos han contado; hasta que el propio aprendizaje nos mata; en su diversidad de sentidos; el amor no empieza ni termina; el absoluto.        

lunes, 22 de febrero de 2016

Toroide Negativo. (Amnésico y Comatoso)

No sé si debería volver a intentar, porque en el frío en donde te escondes, detrás de mí desconsuelo y desesperación, se entremezcla la frivolidad y la rutina. 

De pensar en ti ya es un vicio y solo me hace sublimarme hasta la mera existencia, ya sin alma y sin sueño, digno de la distopía más decadente. 

Mis respuestas al mundo y la mundanidad de mis actos no solo me encuadran en aquello que tan bien criticaste y que me aterraba convertirme. 

Mi cerebro es como un huésped y no una maquina creativa dispuesta a reconstruir el mundo; con lo que tiene disponible, sin ti todo se siente vacío. 

Y es en ese escenario en el que te veo partir sin siquiera haber llegado nunca, destruyendo parte de mi mundo y ocupándome en barreras infranqueables propias de una odisea que no me lleva a casa sino a lugares discontinuos de la razón y el tiempo. 

Como un remolino que succiona mi esencia y acaba con mis esperanzas.             

lunes, 8 de febrero de 2016

Sin ceros para el infinito

Sin embargo eso que creímos haber escuchado no es más que nuestro propio feedback, una trampa del cerebro. Lo más difícil de todo es cuando alguien te lo recuerda, como si quisiera volverte loco. 

No lo sé pero en definitiva hay muchas personas que viven para manipularlo todo, agentes del engaño. 

No lo sé pero también hay de esos que se te arriman como sanguijuelas, benefactores de las esperanzas. 

Lo que honestamente puedo admitir es que me estoy quemando de nuevo por las brasas del primer fuego que nunca termina de apagarse. 

Aglutinando en mi propia lobotomía marcas y señales que devuelven al cero, O al sin fin de oportunidades. 

Y peor, con una pasividad perversa que consume mi tiempo y que es señal clara del deterioro mental que sufro y de la decadencia con la que me encuentro; siempre adolorido y tosco de tanto agonizar, en los mismos lugares, cuartos sombríos y comerciales artificiales que me asfixian. 

Personas de fuego y estaño que no conozco pero que vibran y retumban en la historia, a veces más que yo, con las cantaletas de una vena y nervios propios. 

Casi como un cerebro aparte del mío que realiza para quienes se quieren quemar hasta la perversidad de no seguir a su corazón, sino a una y mil razones artificiales del abismo en donde concreta solamente el tiempo, que cada vez se me escapa más rápido. 

Y se desvanece así como el tiempo; cuando el agua se rompe en las cataratas; al borde del cañón, veo mí ser y mi esencia, deforme pero de alguna forma continua.